viernes, 2 de enero de 2009
Todas las mañana me levanto, tomo mi taza de café y recuerdo mi sueño.
Que me querías y me respetabas
Que me abrazabas y me acariciabas.
Que me esperabas y me necesitabas.
Y que en tus labios me perdía, como una ingenua niña.
Que lástima que no es esa realidad que tanto anhelo.
Soy feliz junto a tí solo por mis sueños, y así sigo sobreviviendo.
Autor: Macarena Cerato.
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